El municipio de Pals está asociado a muchas palabras y sensaciones. Medieval, con su villa amurallada y protegida por la Torre de les Hores. Mar, con una playa kilométrica que te invita a nadar con las islas Medes como compañeras de baño. Aves, que sobrevuelan y anidan en Les Basses d’en Coll, un espacio protegido entre humedales y dunas. Y arroz, el que crece en los infinitos campos anegados y que es el principal protagonista de los platos de la zona; no te puedes marchar de Pals sin disfrutar de la sensación de un buen arroz a la cazuela.