En la zona septentrional de la Costa Brava se encuentra el Parque Natural de Cap de Creus, y en el norte del cabo de Creus, El Port de la Selva. El turismo de verano disfruta de sus playas y calas, pero no por ello deja de ser un pueblo tranquilo y pesquero que vive de cara al mar. El entorno también invita, evidentemente, a practicar deportes náuticos y a descubrir los caminos de ronda y otros itinerarios por sus montañas, que llegan hasta el Mediterráneo. En uno de estos paseos debes incluir una visita al monasterio de Sant Pere de Rodes, una impresionante obra del siglo x y todo un referente del arte románico de las comarcas de Girona.