En invierno no hay nada como una buena jornada de esquí nórdico o una excursión con raquetas de nieve por un paraje rodeado de bosques nevados. Y en verano, nada mejor que una buena ruta a pie o en bicicleta por la montaña, acompañada de un chapuzón en un lago de agua bien fresca. En Guils de Cerdanya lo tienes todo. Esquí nórdico o marcha con raquetas, en la estación de Guils-Fontanera. Excursiones al Puigpedrós, a la Pleta de les Cases o al lago cercano a la población, el lago Mal. Para completar el día, puedes ir a respirar un poco de historia en la iglesia de Sant Esteve, una de las joyas arquitectónicas del románico de la Cerdanya.