El Pirineo de Girona alberga mucho más de lo que te imaginas. En él encontrarás un paisaje de contrastes, con cumbres que rondan los tres mil metros, tranquilos valles como la Cerdanya o el valle de Camprodon, y parajes mágicos como el valle de Núria. Disfrutarás de blancos inviernos, con estaciones de esquí de primera −Vallter 2000, Vall de Núria, La Molina y Masella− y numerosos deportes de montaña y de aventura.
Podrás visitar el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, con cerca de cuarenta volcanes cubiertos de vegetación y el impresionante hayedo de En Jordà.
También te esperan pequeños pueblos como los de antes, como Oix y Beget, de postal, y municipios rodeados de encanto natural como Santa Pau. Podrás descubrir, además, el legado histórico y cultural del románico, con imponentes ejemplos como el monasterio de Santa Maria de Ripoll y pequeñas iglesias rurales diseminadas por todo el territorio. El Pirineo también te reserva una visita a Besalú −una auténtica villa medieval, una maravilla turística−, Castellfollit de la Roca −en lo alto de un risco− y capitales de comarca de gran vitalidad, como Ripoll, Olot y Puigcerdà. Y tantos y tantos otros pueblos donde encontrarás mucho más por descubrir.