Si hemos llegado a Blanes, nos encontramos ya en la Costa Brava. La roca de Sa Palomera, en medio de la larga playa, es el punto que marca el inicio de la Costa Brava y que motiva el nombre de portal de la Costa Brava con el que se denomina a este municipio. En este mismo punto comienzan los encantos de un pueblo de origen marinero donde el rastro de su historia convive con el ritmo agitado de una población moderna y dinámica, pero siempre acogedora.