Dicen que el litoral de Palafrugell, en el Baix Empordà, es la quintaesencia de la Costa Brava. Justo allí se encuentra Llafranc, un núcleo eminentemente turístico que todavía conserva parte de sus orígenes de pueblo marinero y de pescadores. Disfruta de su arena blanca y de su playa, pasea y goza del paisaje en el camino de ronda que une Llafranc y Calella, y asciende hasta el faro de Sant Sebastià para contemplar el espectáculo que se abre ante tus ojos. El escritor Josep Pla, nacido en Palafrugell, dijo de Llafranc que era «un auténtico descanso». Es esto y mucho más. Ven a descubrirlo.